Xavier Lahuerta es un cocinero que tiene muy claro su camino y va xino xano, como se dice en su Cataluña natal, a su rollo, sin imitar a nadie ni prestar atención a las modas o tendencias. Sin necesidad de mencionar a sus maestros de prestigio ni su aprendizaje en los mejores restaurantes con Estrella Michelín para alcanzar antes la fama.
Simplemente, demuestra la experiencia y el conocimiento adquirido por estudios, lecturas, formación y trabajo en su día a día, en una carrera de fondo que le lleve a un concepto propio de éxito, la felicidad:
La felicidad propia, realizándome con lo que me apasiona, cocinar en un espacio que se corresponda con mis valores; y la de mis comensales, cuando se van con una sonrisa y el recuerdo para siempre de una vivencia única.
Y esto es lo que ha conseguido, en los últimos años, con el Hotel Mercer del Gótico de Barcelona, donde estuvo ayudando a definir el proyecto al gran Jean Luc Figueres por petición expresa de éste, y acabó regresando como chef ejecutivo por afinidad y entendimiento con los actuales propietarios, porque le dejan ser él y hacer lo que bien sabe hacer.
¿Qué sabe hacer Xavier Lahuerta?
Tratar el producto de calidad con un respeto y una delicadeza absolutos, sin añadidos ni decoraciones que lo enmascaren, en su punto justo para que disfrutemos de todo su sabor.
Y, además, integrándolo en función de cada espacio de este hotel que une un palacio de una de las tres calles principales de la Barcelona más burguesa con la torre de defensa de la mismísima muralla de Barcelona.
La planta baja de la torre, del s. IV, bien rehabilitada, alberga varias salas del restaurante interior con una bodega muy meditada para maridar, una biblioteca y una sala de exposiciones, pasando por el patio ajardinado, que es un pulmón verde en pleno centro.
Como lo son sus ensaladas de verano de carpaccio de calabacín, de mezclum con sardina ahumada o con mejillones con textura de ostra, puro mar; o el tataki de salmón con aguacate y algas, que no necesitan ni soja ni sal, el verdadero arte de un chef sabio.
En los postres, a elegir entre la sopa fría de frutos rojos con helado o el delicado praliné de auténtica avellana, comprobamos que Xavier Lahuerta lo da todo tanto para el menú degustación como para la carta.
Aunque lo suyo es ir por la noche y escoger platos, a gozar en ese lugar de ensueño y dejarse llevar por el silencio y la magia del alojamiento.
¿Quieres estar en el hotel con más historia de Barcelona entre sus muros?
Pues lo vas a encontrar en cualquiera de sus estancias y habitaciones, decoradas con un gusto exquisito y puntos en común como la integración del mobiliario de prestigiosos diseñadores entre las piedras de las paredes románicas, que contrastan con las ventanas dentro de la parte gótica.
Por no hablar de los baños elegantemente mimetizados al lado de las increíbles camas, con doseles incluidos, e iluminados con unas lámparas espectaculares. Qué decir de las suites con terraza privada o en la terraza con piscina del ático, que son para quedarte a vivir e ir pidiendo viandas directamente al chef.
Embajador gastronómico y catalizador de proyectos
El chef sin límites compagina el Hotel Mercer con su trabajo en Premium Networking Times, en asociación con Israel, de Romero Barcelona, donde conforman una comunidad en la cual conviven población internacional residente, internacional no residente y nacional, con una misma inquietud: disfrutar de la gastronomía a la vez que del arte, la cultura y otras experiencias interesantes de la vida.
Entre esas experiencias de networking y business, detectan una demanda del cliente, que es la de poder adquirir esos productos de calidad que Xavier Lahuerta trabaja en su cocina, y, para cubrirla, dan luz al proyecto de Made in Spain con el fin de democratizar los mejores productos de España a todos los consumidores.
Una nueva edición enogastronómica y cultural de lujo
Otro de los eventos que organizan es el BMGE, donde ambos socios colaboran con Montserrat González Carretero, presidenta del Club Español de Alta Gastronomía en Cataluña.
Un dream team que ya triunfó con la organización de 2019, donde se dieron cita los mejores chefs y sumilleres en casas emblemáticas de restauración con historia de Barcelona y Girona. Empezando por el Reial Cercle Artístic de Barcelona, donde el primer día cocinaron David Andrés de Vía Venetto y Casa Alfonso.
El segundo día se hizo una ruta turística por el barrio Judío de Girona con comida en el Espai Mas Marroch , en una cúpula con Jordi Roca como anfitrión. Al acabar allí, los asistentes volvieron al Gótico de Barcelona, en concreto al hotel Mercer, donde Xavi compartió cocina con la chef de Ca L’Isidre, Nuria Gironès, mientras que su maître, Toni, compartió sala con Lluis Roig, maître del Mercer.
Al tercer día, se visitaron las Bodegas Llopart, con vistas a Montserrat, y cata de cavas con el sumiller Connosseur Zoltan Nagy y snacks de Xavi. El cual invitó a Joel Castanyé de La Boscana, en Lleida, para que diera la visión de la cocina catalana de interior y el público internacional aprendiera a diferenciarla de la cocina de costa.
La noche tuvo su guinda en el Mandarín Oriental del glamuroso Paseo de Gracia, con un aperitivo en el Jardín Mimosa y la cena en el restaurante Blanc.
La gala se cerró en un lugar muy emblemático, la antigua fábrica de Estrella Damm, con música en vivo, aromatización ambiental y una performance donde Xavier Lahuerta cocinó delante de la gente pero sin fuego. La cena de clausura se celebró adentro, con la colaboración y la amistad de Carles Gaig y Paco Pérez, que elaboraron dos platos.
Como se aprecia, el BMG va mucho más allá del ego de un chef, extendiéndose a todo un entramado de personas, amigos y conocimientos enriquecedores que se compenetran para ofrecer lo mejor de sí mismos en varias localizaciones privilegiadas uniendo vinos, gastronomía, arte, historia y cultura.
Esperamos la edición de este 2021, que tendrá su personalidad propia, pero siempre haciendo Marca Barcelona.